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El tabaquismo es un factor de riesgo para la demencia y el 14% de los casos de enfermedad de Alzheimer se atribuyen al tabaquismo, y el Alzheimer ocupa el quinto lugar como causa de muerte entre los habitantes de Vermont.
Con el 40% de los 81,000 fumadores de Vermont afectados por la depresión y el 23% clasificados como bebedores compulsivos, es vital que los pacientes sepan que el consumo de tabaco impide su recuperación del abuso de sustancias y la depresión.
El tabaquismo es una de las principales causas de enfermedad cardiovascular, la principal causa de muerte en los EE. UU. Incluso las personas que fuman menos de cinco cigarrillos al día pueden mostrar signos de enfermedad cardiovascular.
El consumo de tabaco durante el embarazo contribuye a la muerte de la madre, el feto y el bebé, mientras que fumar antes del embarazo puede reducir la fertilidad.
En comparación con los no fumadores, los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, una enfermedad que afecta a más de 25 millones de adultos en los EE. UU.
Los estudios muestran que los fumadores que hablan con sus proveedores de atención médica sobre cómo dejar de fumar aumentan drásticamente sus posibilidades de éxito, especialmente cuando se le sugiere al paciente tanto la medicación como el asesoramiento.
Los fumadores mueren diez años antes que los no fumadores, y los fumadores visitan al médico con más frecuencia, faltan más al trabajo y padecen peor salud y enfermedad.
El tabaquismo contribuye a la artritis reumatoide, una enfermedad a largo plazo que puede causar muerte prematura, discapacidad y comprometer la calidad de vida.
El humo del cigarrillo altera el flujo sanguíneo y fumar interfiere con el funcionamiento de los vasos sanguíneos, ambos factores que contribuyen a los problemas de erección y la fertilidad.